Soy una madre orgullosa de cinco jóvenes adultos que me han enseñado lo que realmente significa el amor incondicional.

Tres de ellos son mis hijos biológicos, y dos llegaron a mi vida como un regalo inesperado. También soy esposa de un hombre maravilloso, mi compañero de vida y mejor amigo, y una apasionada del cuidado personal y el bienestar emocional.

Durante años viví atrapada en un agotador ciclo de rencor, dolor y autoculpa que me frenaba en todos los aspectos de mi vida, incluso cuando pensaba que había sanado. Sé lo que se siente estar abrumada por el peso de errores del pasado y responsabilidades que no son tuyas, mientras el dolor, la insuficiencia y la culpa consumen tus fuerzas.